El embarazo es un momento en la vida de la mujer en la que debe prestar especial atención a su alimentación. Las normas fundamentales en la dieta del embarazo son comer de todo, para dos (no por dos) y prestar la debida atención a la higiene en la preparación de los alimentos.



En general, se puede comer 'casi' de todo. Pero, como decíamos, hay que tomar ciertas medidas de precaución para evitar disgustos. Y es que hay algunos alimentos susceptibles de ser contaminados por parásitos y bacterias que pueden comprometer la vida del futuro bebé. 

Asimismo, algunos nutrientes u otras sustancias como metales pesados también podrían dañar al feto. Consulta siempre a tu ginecólogo sobre qué puedes y qué no debes comer y, ante la duda, abstente de consumirlos. 

Edulcorantes 

Según explica la doctora en Farmacia y diplomada en Nutrición, Modesta Cassinello, coautora del libro '100 preguntas sobre el embarazo', los últimos estudios señalan que el consumo de edulcorantes o bebidas edulcoradas durante el embarazo aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad tras el nacimiento, por lo que se recomienda evitar estos productos o, al menos, reducir el consumo al mínimo. 

Alimentos crudos

"Los alimentos que se van a consumir crudos (frutas y ensaladas) hay que realizar una higienización a base de un buen lavado y sumergirlos con unas gotas de desinfectante apto para uso alimentario", recuerda la enfermera y dietista-nutricionista Marta Anguera. De esta manera se evita que cualquier microorganismo patógeno como, por ejemplo, la listeria o el toxoplasma, infecten nuestro organismo al consumirlos. 

Embutidos, carne cruda o curada 

En el primer mes de embarazo se realizarán distintos análisis de sangre para averiguar, entre otros aspectos, si la madre ha padecido la toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria que se transmite por el arañazo del gato o embutidos no cocidos. Si el resultado de la prueba es negativo hay que evitar estos alimentos, puesto que estás más expuesta a sufrir esta infección que puede provocar alteraciones en el desarrollo del feto. 

Respecto al jamón serrano, en general, se puede consumir si lo congelas durante dos días en un congelador de 4 estrellas a -20ºC. 

Pescado crudo o ahumados 

Deben evitarse durante el embarazo por el riesgo el anisakis, un parásito que habita en el mar y en los intestinos de algunos animales. Si nos infectamos al consumir pescado crudo, podemos sufrir desde un leve malestar abdominal hasta una shock anafiláctico si somos alérgicas a este patógeno. Por tanto, conviene evitar al maximo los riesgos para no dañar al feto. Se aconseja congelar el pescado durante cinco días a -20ºC para matarlo y evitar el riesgo de infección. El ahumado, por sí solo, no garantiza que esté libre del parásito. 



Paté, hígado y casquería

Son alimentos muy ricos en vitamina A. En general, este nutriente es saludable. Sin embargo, para la embarazada puede "constituir un riesgo para el bebé en desarrollo", alerta la experta en nutrición Modesta Cassinello.

Peces grandes 

Evita consumir pescados grasos predadores de gran tamaño como el pez espada, tiburón, atún rojo y lucio, debido a la cantidad de metilmercurio que contienen y que podría causar daños en el feto. Los pescados más recomendados son el atún blanco, el salmón, los salmonetes, merluza, rape, lenguado, entre otros. 

Lácteos no pasteurizados 

La leche y sus derivados deben tomarse pasteurizados, puesto que podrían contenter parásitos o bacterias como la listeria que pueden poner en peligro la vida del futuro bebé. Por tanto, los quesos que no se recomiendan son los tipo feta, camembert, brie o los que tiene moho como los roquefort. 

Ten cuidado también con los quesos artesanales. Si dudas de su proceso de elaboración, mejor abstente de tomarlos. 

Algas

Se trata de un alimento muy saludable, puesto que contiene vitaminas, minerales, proteínas y fibra. Sin embargo, debido a su alto contenido en yodo pueden afectar a la glándula tiroides del bebé si se toma en grandes cantidades. De ahí que no sea un alimento aconsejable durante la gestación. 

Café 

Las bebidas estimulantes como el café, el té o el cacao contienen en su composición sustancias estimulantes como la cafeína que producen vasoconstricción y diminuyen la cantidad de sangre con oxígeno y elementos nutritivos al niño. Actualmente, se indica que  se pueden tomar 200mg al día (el equivalente, aproximado, a dos tazas de café).

Tila y otras infusiones 

Las plantas medicinales contienen sustancias activas, al igual que los medicamentos, que, o bien están contraindicadas en el embarazo, porque pueden producir efectos indeseados en el feto, o bien no se han estudiado lo suficiente por lo que el consejo general es que las evitemos o, al menos, consultemos con el médico antes de consumirlas.